El ente y la esencia es escrito por San Tomas aproximadamente entre 1253 y 1256, es una obra que refleja su pensamiento, haciendo notar su postura. Para él no hay teología sin filosofía adecuada, ya que la fe necesita el ejercicio de la razón.
Aunque es un escrito de juventud, no fue creado con el propósito de que fuese explicado en una clase o cátedra, más bien su fin era la comprensión y aclaración de dichos conceptos (ente y esencia), en aquel momento de la historia la creación de este texto responde (o más bien tranquiliza) inquietudes sobre la religión cristiana.
Es notable que Aquino sigue la lógica de Aristóteles, toma los conceptos de acto y potencia, el propósito de Tomás es poner de principio la verdad, el ente y la esencia, es decir lo perfecto, a Dios.
Tomás muestra y marca la necesidad de distinguir por medio de la diferencia entre la filosofía y la teología; la filosofía estará el servicio (como sierva) de la teología, pues la teología se basa en Dios, por lo tanto posee verdad, mientras que la filosofía no, pues en ocasiones se desvía del camino correcto, y su función será ayudar a la teología por medio de la argumentación lógica.
Partiendo de que Dios es verdad, nos dice que el principio de la inteligencia se da a través del ente y la esencia, es decir, se encuentra a partir de las cosas que se pueden comprender y aceptar en el entendimiento, esta comprensión se da gracias al lo lógica deductiva de Aquino, es decir, las cosas compuestas se conocen primero y posterior mente las simples. Entonces, el tema lo desarrolla proporcionando el significado de ente, para después poder llegar al significado de esencia, puesto que esencia es la más simple, mientras que ente no, por lo tanto se podría decir que, ente se deriva de esencia.
La esencia tiene que tener algo en común con la naturaleza de los entes para poder ordenarlos en géneros y especies. Cuando algo está construido por su mismo género o especie podemos entender su significado en relación a su definición, a esto se le da el nombre de quiddidad de la cosa "lo que hace ser a la cosa lo que es" (también se le llama forma o naturaleza), es decir, la esencia indicaría que por ella y en ella hay existencia de la cosa. La esencia remite al ente, y el ente remite al ser. Existen sustancias simples y compuestas y en las dos se da la esencia, aunque se da de manera más notoria y verdadera en las sustancias simples, las cuales son causa de conocimiento, descubiertas a partir de las sustancias compuestas. Es decir, se podría llegar a "conocer" la sustancia primera y simple, que es Dios.
Entonces a partir del principio de la inteligencia (que se da a través del ente y la esencia) las cosas que se comprender y a la vez están en el entendimiento producirán "conocimiento". La inteligencia jugaría un papel muy importante, pues esta recibe su ser del "ente primero", que es sólo ser y al mismo tiempo es la primera causa, recibe su ser y forma de Dios, todo aquel que posea "inteligencia" conocerá a Dios.
Mientras que ente tiene dos significados o dos modos de decirse, ya sea como algo que necesariamente tenga "realidad", o, se diga como la verdad de la proposición a todo aquello que contenga afirmación aunque este no sea real (sensible); la definición de esencia corresponderá a la capacidad de empatía con todas las naturalezas, por las cuales los seres se pueden “clasificar” en los diversos géneros y especies, ejemplo: la esencia del hombre es humanidad. Hay dos modos por los que se considera a naturaleza esencia, el modo absoluto y la relativa; la primera no permite a nada como verdadero de la esencia (lo que se atribuye de otros es falso), y la segunda es cuando se tiene al ser y se dice algo accidental de la esencia.
Todo lo que se relaciona a una cosa, es causado por los principios de su propia naturaleza o viene de un principio fuera se sí. Pero también se puede que el ser este causado por la misma forma de la cosa. La realidad que tenga a su ser diferente de su naturaleza tiene que tener el ser por otro, ahora bien, lo que existe por otro se reduce a su primera causa, pero entonces, es necesario que exista una realidad que cause al ser en cuanto exista, lo que este argumento arroja es, que esa "causa" sea sólo ser. La inteligencia es por tanto forma y ser, recibiendo el ser del ente primero, que es sólo ser y causa primera, es decir Dios, por ello la quiddidad o inteligencia tiene que estar en potencia, respecto al ser que está recibiendo de Dios y el ser estaría jugando el papel de acto. La esencia es "eso que ella es", y el ser que recibe de Dios es por lo que está en la naturaleza.
Se puede notar que para Aquino en la sustancia hay un triple modo de tener la esencia. Primero es Dios, su esencia es su mismo ser, a Dios no se le puede añadir nada, es un ser diferente de todo ser, es único, Dios es existencia, aunque sea un sólo ser posee todas las perfecciones que hay en todos los demás géneros, por lo que es llamado perfecto, ya que la perfección de los otros géneros las tiene de un modo más excelso que los otros seres, " es único, perfección y unidad".
En conclusión los argumentos que nos da Tomás de Aquino son para hacernos ver que todos somos entes y tenemos esencia, pero que la esencia más "sublime" será siempre la de Dios, es por esto que, el querer o tener la voluntad de conocer a Dios, irá por el camino de la verdad, aparte de que te proporcionará inteligencia, (que al final de cuentas es dada por él, pues él proporciona "todo", pero si la persona lo hace por voluntad, será diferente porque quiere decir que es consciente de su buena fe). Nada escapa de la esencia simple y pura de Dios, hay un orden porque Dios es inteligencia y esta inteligencia unifica, por lo tanto ordena la realidad.
Bibliografía:
- El ente y la esencia; Tomas de Aquino.
Galicia Velázquez Patricia Akatzin
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