martes, 5 de octubre de 2010

Del Judaísmo al Cristianismo

El Judaísmo exponía como mandamiento principal:"Yo soy Yavé, tu Dios que te ha sacado de la tierra de Egipto. No tendrás otro Dios que a mí. No te harás esculturas ni imagen alguna de lo que hay en lo alto de los cielos, ni de lo que hay abajo sobre la tierra, ni de lo que hay en las aguas debajo de la tierra. No te postrarás ante ellas y no las servirás, porque yo soy Yavé, tu Dios, un Dios celoso que castiga en los hijos las iniquidades de los padres hasta la tercera generación de los que me odian, y hago misericordia hasta mil generaciones de las que me aman y guardan mis mandamientos. " Éxodo, 20, 2-6
De acuerdo al mandamiento citado anteriormente, la religión judía impulsó la creencia monoteísta, de la cual, partiendo de las leyes otorgadas a Moisés, cada vez, en mayor medida se fué convirtiendo la población a dicha religión. Así es como la comunidad primitiva se fue introduciendo al pensamiento judío, entendiendo la experiencia de Dios como la experiencia de lo sagrado y las conmociones en la vida del hombre a partir del dolor y del sufrimiento, tal como lo muestra con gran claridad el Libro de Job. En este sentido, se fueron desarrollando ciertas creencias e imponiendo exigencias, como por ejemplo, la exigencia de realizarse la circuncisión, que era: "el signo distintivo del judío, su gloria y la marca de la alianza". BARDY, Gustave: La conversión al Cristianismo durante los primeros siglos. Encuentro, Madrid, 1990, p. 93.
Por su parte, los paganos despreciaban las manifestaciones de los creyentes hacia Yavé, y a pesar de ello el mismo pueblo aceptaba los privilegios otorgados a la comunidad judía, los cuales no eran aceptados para otras comunidades, incluyéndose más personas al pensamiento conducido hacia la adoración de Dios como el salvador de todos los hombres.
Mientras en Israel se despertó la idea del pueblo elegido y se incertaba a la lectura de la Biblia y a la historia de Abraham, en Nazaret se realizaba la lectura del pasaje del libro de Isaías: "El espíritu del Señor esté sobre mí, porque me ungió para evangelizar a los pobres, me envió a predicar a los cautivos de la libertad, a los ciegos la recuperación de la vista; para poner en libertad a los oprimidos, para anunciar un año de gracia del Señor". Pasaje en el cual, desde mi propia perspectiva, se encuentra fundamentado el principio de la conversión hacia el cristianismo.
La doctrina de Cristo ofrecía una base histórica sobre la que cimentaban los creyentes sus convicciones religiosas guiadas por la fé, siendo la Iglesia la que tuvo la función de recluir a los fieles que ante el anuncio del reino de Dios, se encaminaban a los llamamientos de la comunidad cristiana.
El Cristianismo trajo al mundo las Escrituras Sagradas de los judíos que se habían ignorado antes de éste, y mostraba profecías cuyo cumplimiento se estaba llevando a cabo.
Op. Cit, p. 114
Finalmente, el Cristianismo asume las civilizaciones terrenas como parte de su historia para cumplir su misión de salvación, siendo que ésteno es una realidad totalmente espiritual y mística, sino que tiene un cuerpo propio destinado a ejercer sobre la móvil y frágil superficie de la historia, su peso terreno y a exigirn apoyos y garantías que pertenecen al orden de la civilización.

Lizbeth Trueba Galván

2 comentarios:

Enrique dijo...

Lizbeth:
Tienes buena redacción y el comentario tiene una línea histórica bien definida. Sin embargo, te hace falta denotar problemas filosóficos que surgen en la tradición judía y en la tradición cristiana, o qué es lo que hay en juego en una y en otra. Por ejemplo, la idea del Mesías.
Te sugiero reformular tu planteamiento principal y asumir una postura propia respecto al problema o los problemas que logres identificar, de acuerdo a los textos que se han leido en clase.
Ánimo.

atopías dijo...

Al igual que Enrique, pienso que tienes facilidad para redactar, pero sí es importante que establezcas problemas de carácter filosófico, es decir, no te enmarques en ámbitos puramente religioso-teológicos, ok?