jueves, 9 de septiembre de 2010

Sobre la Providencia.

Es evidente que algunas religiones como el Cristianismo han recogido algunas doctrinas antiguas de otras culturas, y específicamente de la filosofía. Podemos apreciar el paralelismo que hay entre la filosofía estoica y la doctrina cristiana, la preocupación por los temas del ámbito ético-moral, así como el origen del cosmos y su ordenación divina. Estas preocupaciones son abordadas por el Cristianismo y la Filosofía estoica de un modo muy similar, esto nos haría pensar que tal similitud no podría ser una casualidad.
Específicamente encontramos este parentesco en el "Libro de Job" y "Sobre la providencia" de Séneca: "Por qué, aunque hay providencia acaecen algunas desgracias a los hombres buenos".

El texto de Séneca tiene como tema principal la providencia, y en dicho escrito trata de justificar por qué a los hombres buenos les pasan cosas malas , ya que puede sonar contradictorio que esto suceda así, pues sólo a los hombres malos deberían de sucederles cosas malas. Teniendo esto en mente, Séneca argumenta que Dios manda al hombre buenos y malos acontecimientos, pues las adversidades deben ser recibidas por el hombre como un bien, la vida es una camino de sabiduría del cual debemos aprender. "Dios tiene corazón de padre para los hombres buenos y los ama fuerte: que se ejerciten - dice - en trabajos, en dolores, en infortunios para que alcancen la verdadera fuerza".

Dios no manda pruebas difíciles a los débiles, sólo los hombres fuertes son capases de levantarse ante el más duro de los golpes, pues no resiste golpe alguno la felicidad que jamás fue azotada; sin embargo, la felicidad de un hombre que ha luchado constantemente con el infortunio se ha fortificado y no se rinde ante el ningún mal. Siendo esto así, el mal es la causa del bien para el hombre. Sin embargo nunca podrás compadecer al hombre bueno ante sus desgracias, pues aunque parezca desgraciado, no puede serlo: "Cuanto mayor es el tomento, tanto mayor será su gloria."

Sólo puede ser desgraciado, aquel al que nunca le sucedió nada adverso, pues nunca pudo probar su fuerza, ya que, desde antes Dios lo considero débil. Dios busca sólo a los hombres fuertes, ninca a los débiles. Dios prueba a los que ama; endurece y ejercita con obstáculos, Mientras que a los que pareciera complacer, los conserva blandos para choques futuros, pues nadie esta exceptuado, tambien le llegara el momento a quien por tanto tiempo fue feliz.
Por ello, habremos de tener confianza en todo lo que le pasa al hombre, como un acto de fortaleza, Dios tiene voluntad de mandar los buenos y malos acontecimientos para el hombre, todo tiene un por qué. En Séneca se encuentra una relación con el destino como orden natural "Divino" y necesario cuya modificación no es posible: "¿Por qué, sin embargo, fue Dios tan inocuo en la distribución del destino, pues asignó a los buenos la pobreza, las heridas y las acerbas muertes? No puede el artificio cambiar la materia: a su manera esta sometido".

En el libro de Job podemos apreciar este orden Divino "Dios" que pone a prueba la virtud del hombre bueno y justo. Job, vive una vida feliz y recta.
En la corte celestial, ante el trono de Dios se encuentra Satán, quien plantea el problema: pone en duda que la virtud de Job sea sincera y desinteresada, exige una prueba. Una serie de calamidades aquejan a Job, privándolo de sus bienes y de sus hijos. Resignado, acepta de Dios los males como antes aceptó los bienes. Es un elemento nuevo este que se aporta al diálogo, el sufrimiento como forma de purificación del hombre. Al final es exaltada la sabiduría de Dios como aquella que pone orden a todo el universo: "Job no sabe que responder. ¿Cómo puede aventurarse, por tanto, a prejuzgar el orden moral de la providencia?"

Es evindente que en la historia de Job, el problema es el dolor: ¿Por qué sufre el justo?El dolor, que es propiciado por las desgracias en el hombre, cae dentro de los misterisos planes de Dios.

Job es un hombre justo, de vida irreprochable, temeroso de Dios y equivoco del mal. Pero un día en que todos los hijos de Dios fueron a comparecer ante el señor, entre ellos estaba Satán a quien Dios preguntó: ¿Haz observado a mi siervo Job? No hay hombre igual en la tierra: justo, temeroso de Dios y aborrecedor del mal. A lo que Satán respondió: No sin razón teme Job a Dios, pues ¿acaso no has echado bendiciones a sus negocios, no has protegido su casa y sus propiedades? Pero sólo manda una pequeña desgracia en su vida y verás si no te maldice.
Dios aceptó poner a prueba a Job y mandó desgracia a su vida; destruyendo su casa, matando a sus hijos y quitandole sus propiedades.
Una vez caido en desgracia Job dijo: "Del seno materno salí desnudo, al seno de la madre tierra volveré desnudo . El señor me quito lo que el mismo me había dado; el nombre del señor bendito sea, En todo esto no cometió Job ningun pecado, no se atrevió a culpar a Dios".

Es evidente que en estas doctrinas hay un Dualismo que afirma la existencia de dos principios supremos; uno del bien y otro del mal, por cuya acción se da el origen y evlución del mundo.





2 comentarios:

atopías dijo...

ciertamente hay semejanzas entre el estoicismo y el judeo-cristianismo, quizá debas trabajar más a fondo estas semejanzas para ver mejor los contrastes

Enrique dijo...

Me parece una muy buena aportación. Recuerda que por lo menos en el texto de Job, Dios se muestra ambivalente, al menos desde una perspectiva racional. ¿Dios puede obrar sin el mal? ¿Por qué los medios que ocupa para "probar" al hombre o "perfeccionarlo" son tan punitivos?