miércoles, 28 de octubre de 2009

BABEL

El relato bíblico de la torre de Babel hace referencia a la separación del lenguaje en el antiguo testamento, Babel es el símbolo de la confusión ante la impotencia del hombre al no poder comunicarse con los demás. Tal separación del lenguaje es producto de la ira de Dios ante la soberbia y el orgullo del hombre al pretender llegar tan alto como El, Dios riega a los hombres por toda la tierra con distinta lengua, eso les impidió seguir con la construcción de la torre. La torre de Babel es una metáfora que representa el poder del lenguaje y justo el lenguaje es el corazón de la idolatría al pretender conocer su origen a través de objetos, la idea de la torre que llega al cielo es la idolatría de las palabras, la torre es una imagen única y determinada, algo con lo que el ser humano se sentía identificado “Y dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra.” Génesis 11:4 es el lenguaje quien obliga al hombre a la búsqueda, pero es el hombre quien escoge el camino de su búsqueda, el lenguaje es sólo el síntoma no es causa del poder.
A diferencia de los griegos que buscaban lo perfecto e inmutable y acercaban al hombre a la perfección en su carácter de inmutable con la veneración de los conceptos y construcción de esculturas, la tradición judía niega esta posibilidad con el castigo de Dios al pretender apropiarse de un símbolo perfecto e inmutable con el cual había una identificación universal como lo fue la torre de Babel, la tradición judía está en contra de la veneración de los conceptos, se opondría totalmente al logos griego “He aquí que todos forman un solo pueblo y todos hablan una misma lengua, siendo este el principio de sus empresas. Nada les impedirá que lleven a cabo todo lo que se propongan. Pues bien, descendamos y allí mismo confundamos su lenguaje de modo que no se entiendan los unos con los otros” en este pasaje encontramos el punto exacto donde Dios demuestra que está en contra de la veneración, tenemos la renuncia por Dios de la determinación y vía la confusión otorga libertad al hombre.
En el génesis encontramos muchos de los castigos de Dios hacia el hombre por su intención de querer ser como Dios, Babel fue uno de ellos, hoy día no construimos torres para llegar al cielo, pero pareciera que la veneración a los conceptos sigue vigente, la internet pareciera ser análoga a la torre de Babel, pues, aunque la diversidad de lenguajes sigue existiendo, hoy no necesitamos tal herramienta para mirar el mundo desde una misma óptica, el mundo globalizado es una de las cosas que Dios quiso evitar con la separación del lenguaje y la separación del hombre, nuestra moderna Babel sigue en construcción y día a día se siguen acumulando nuevos ladrillos para llegar al cielo, a ver si algún día lo logramos, o tal vez baje Dios nuevamente para hacer la separación nuevamente.

Por Javier Hernández Ruíz.

1 comentario:

Black Bird dijo...

Muy interesante el post, sin embargo considero que Babel posee un carácter doble: en primer lugar la confusión y la impotencia ante la incomunicabilidad entre los hombres, pero por otro lado se encuentra el poder del lenguaje que nos concede nuevos caminos para construirse. Pareciera ser que desde esta visión la problemática se vuelve la pretensión humana de la comprensión de todas las cosas y no tanto en sí el lenguaje que funge como un medio; sin embargo parece difícil extraer dicha pretensión del todo de la lengua...