lunes, 12 de octubre de 2009

Narración esquematizadora

Por Manuel Martínez

Según la lectura que propuso el Dr. Ignacio Díaz de la Serna en la cátedra “escenarios del deseo” (sem 2009-2) de la novela de Roberto Calasso titulada La ruina de Kasch,la narración antecede al mito en gran medida. La novela trata básicamente de la leyenda del cataclismo del mencionado reino africano, que como parte de un ritual cosmogónico el pueblo sacrificaba al rey cuando los astros alcanzaban determinadas posiciones celestiales. Dicho sacrificio era necesario para darle estabilidad al mundo pues era la marca de inicio y conclusión del ciclo cósmico. En otras palabras, el tiempo era medido en función del sacrificio del rey. Es claro que si no hubiera dicho sacrificio se perdería el cómputo del tiempo.

A ese reino llegó un día un extranjero llamado Far-limas, un excepcional narrador que se hace amigo del rey en turno, Akaft. Éste a diferencia de sus predecesores no desea morir (primer conato de ruptura). A su vez Far-limas se enamora de la hermana del rey, Saly, la cual, como parte del ritual, también será sacrificada con otro mancebo, pues ambos representan a la humanidad. Ella pide a Far-limas que impida el sacrificio. Éste lo hace contando una de sus historias embriagadoras al pueblo y en especial a los sacerdotes, quienes al escucharlo se olvidaron de escrutar el cielo. Al romperse el orden cósmico, los papeles se invierten, ya no son los sacerdotes quienes eligen al rey, y por consiguiente, deciden sobre la vida y la muerte de los hombres, ahora el rey es quien lo decide.

Con la llegada de Far-limas se inició la ruina del antiguo orden de Kasch, basado en el sacrificio. Pero el nuevo orden, que había abolido la ejecución ritual del rey, no tardó en desmoronarse. De éste segundo sólo quedaron las historias de Far-limas, del primero sólo las referencias que se hacen desde las historias, inclusive, sólo se hace referencia al momento de la ruptura.

Cave mencionar que dicha novela está configurada con citas textuales de libros científicos, de historia, de filosofía, de doctrinas religiosas, entre otros. Por lo cual se presume que dicho mito es proto-narrativo, es decir, que es una muestra del carácter trascendental de la narración en todas las culturas.

Ahora bien, ¿cómo se articula con el tema del curso?

En función de la esquematización del lenguaje, específicamente de la narración, que necesita indudablemente una estructura dualista.

Si lo vemos detenidamente, el nuevo reino que inicia con la llegada de Far-limas es le reino del nomos, de la cultura, del relato, de la disociación de lo sagrado y lo profano, en suma del simulacro. Mientras que el antiguo orden era el reino de la sangre, del sacrificio, de la purificación. En el reino del simulacro la palabra es siempre una sustitución, pues sustituye por signos, símbolos al cuerpo ensangrentado.

No obstante la palabra al esquematizar la existencia, e imponer la cotidianidad como el ámbito de lo profano, también tiene el poder de elevarnos a lo sagrado, pues tiene el poder de purificar; al decir hace “como si…”

En otros términos suprimir la sangre de lo cotidiano la incluye en lo extraordinario, en lo sagrado. En ese ámbito de lo no-dicho, no-realizado, del no-ser.

Mantener la disociación es mantenernos en el ámbito del simulacro, no obstante, mantener la simulación como la única verdad, es la manera que tenemos de existir pues no hay manera de regresar al estado pre-narrativo. Ya que desde el relato el ámbito de lo sagrado es terrorífico: misterium tremendum, pero también fascinante, mirium, beatitud. Es decir, el reino de la sangre es asequible merced a la narración, lo buscamos porque es fascinante y terrorífico, por lo cual insoportable en la cotidianidad. Es restringido al ámbito de lo extraordinario, a pesar que nos acompañe como elemento constitutivo.

4 comentarios:

sinuhe (manuel) dijo...

Esta participación la articulo en función del primer bloque del curso, en especial en torno a la epopeya de gilgamesh, pues según entiendo ésta es la "novela" más antigua de la que se tienen noticias, y la ruina de kasch intenta mostrar el poder de la "literatura".

Svetlana dijo...

Está muy interesante tu post, pero no entiendo a que te refieres con eso de "proto-narrativo" ¿como puede ser algo proto-narrativo?
o es narrativo o no... no?
a parte, en caso de que hubiera ese estado previo, en una comunidad en la que ya existe el rito obligatoriamente tiene que haber un mito que lo sustente osea YA HAY NARRATIVA ¿n0?

Black Bird dijo...

El poder de la narratividad es uno de los mas importantes dentro del orden cosmológicoo. El ejemplo mas obvio es por ejemplo el caso de Sherezada, que tiene cierta semejanza con la historia que narras.
Por otro lado me parece un tanto sospechosa la noción de proto-narratividad dentro de un mito e incluso en general. Asimismo no logro comprender a que te refieres por "el carácter trascendental de la narración", es decir si te refieres a la universalidad de la narración o a otra cosa, espero que puedas comentar un poco al respecto.
Finalmente, por lo que tu mismo dices parece que existe de antemano cierta narratividad en el rito que repite una y otra vez un mismo suceso cada determinado tiempo y que permite mantener el orden del cosmos y el hilo del tiempo que lo atraviesa. Por ello observamos dos cosas:
En primer lugar, la sangre y el rito poseen ya un aspecto sacro; según Bataille conforma la prohibición de matar que posee una excepción durante el rito.
En segundo lugar, por lo anterior se muestra que la relación sacro-profano evoluciona hacia una nueva forma que la pone en crisis, pero no me parece que la elimine radicalmente, pues el relato de Far-limas conforma un nuevo tipo de rito: es decir, la palabra sustituye signos pero no los elimina necesariamente.

sinuhe (manuel) dijo...

Gracias por el comentario.
Lo que entiendo por proto-relato en última instancia es una pretención irrealizable. Es el intento de "salir" de la narratividad, que no del lenguaje, pues el lenguaje no esquematiza absolutamente la existencia. Si no mal recuerdo ese es un punto importante que se ha discutido en algunas trincheras post-estructuralistas.
Regresando, el proto-relato, digamos que no existe, o existe nouménicamente. He ahí el punto clave para entender la trascendentalidad del relato. El relato, según entiendo, funciona como la razón trascendental en Kant. Por ello me cuidé de escribir trascendental y no trascendente, que obvio no es lo mismo.