lunes, 5 de octubre de 2009

Evangelio de Tomás

32 Éstos son los dichos secretos que Jesús el Viviente ha dicho y ha escrito Dídimo Judas Tomás.

1. Y ha dicho: El que encuentre la interpretación (hermeneia) de estos dichos no gustará la muerte.
2. Jesús dijo: Que no cese el que busca en su búsqueda hasta que encuentre y cuando encuentre se turbará y cuando se turbe se maravillará y reinará sobre el Todo.
3. Jesús dijo: Si os dicen vuestro guías: Mirad, el Reino está en el cielo, entonces los pájaros del cielo os precederán. Si os dicen: está en el mar (thálassa), entonces los peces os precederán. Pero el Reino está dentro de vosotros y está fuera de vosotros. Cuando os lleguéis a conocer, entonces seréis conocidos y sabréis que vosotros sois 33 los hijos del Padre Viviente. Pero si vosotros no os conocéis, entonces vosotros estáis en pobreza y vosotros sois la pobreza.
4. Jesús dijo: No tardará en preguntar el hombre anciano de días a un niño pequeño de siete días por el lugar (tópos) de la Vida y vivirá. Porque hay muchos que serán los últimos. Y llegarán a ser uno sólo.
5. Jesús dijo: Conoce al que está delante de ti y lo que te queda oculto será descubierto. Porque no hay nada oculto que no sea revelado.
6. Le preguntaron sus discípulos (mathetés) diciéndole: ¿Quieres que ayunemos (nesteúein) y de qué modo hemos de orar, daremos limosna (eleemosýne) y qué hemos de observar (paratereîn) en cuestión de alimentos?
Jesús dijo: no mintáis y no hagáis lo que detestáis; pues todo queda descubierto ante el cielo. Porque no hay nada oculto que no sea revelado y no hay nada velado que se mantenga sin ser descubierto.
7. Jesús dijo: Feliz (makários) aquel león al que el hombre coma y el león llegue a hacerse hombre y maldito aquel hombre al que el león coma y el león llegue a hacerse hombre.
8. Y ha dicho: El hombre es semejante a un pescador inteligente arrojó su red al mar (thálassa) y la sacó del mar (thálassa) llena de peces pequeños. Debajo de ellos encontró un pez grande y hermoso el pescador inteligente. Arrojó todos los peces pequeños fuera a[l f]ondo 34 del mar (thálassa) y escogió el pez grande sin (khôrís) pesar. El que tenga oídos para oír que oiga.
9. Jesús dijo: Mirad, el sembrador salió, llenó su mano y arrojó [las semillas]. Unas cayeron sobre el camino. Unas layeron sobre el camino. Vinieron los pájaros y las cogieron. Otras cayeron sobre la roca (petra) y no arraigaron en la tierra ni hicieron subir espina al cielo. Y otras cayeron sobre espinas que sofocaron la semilla y el gusano las comió. Y otras cayeron sobre buena tierra, que dio buen fruto (karpós) hacia el cielo. Produjo setenta por medida y ciento veinte por medida.
10. Jesús dijo: He arrojado fuego sobre el mundo (kósmos) y, mira, lo conservo hasta que se alumbre.
11. Jesús dijo: Este cielo pasará (parágein) y que está por encima de él pasará y los que están muertos no viven y los que vive no morirán. Los días que comíais algo muerto hacíais de ello algo vivo. Cuando lleguéis a estar en la luz ¿qué es lo que haréis? El día que erais uno llegasteis a ser dos. Pero cuando lleguéis a ser dos ¿qué es lo que haréis?
12. Los discípulos (mathetés) dijeron a Jesús: Sabemos que tú nos dejarás. ¿Quién es el que será grande sobre nosotros?
Jesús dijo: Dondequiera que hayáis ido, os dirigiréis a Santiago el justo (díkaios) este por quien fueron hechos el cielo y la tierra.
13. Jesús dijo a sus discípulos (mathetés): Hacedme una comparación y decidme ¿a quién me asemejo?
Simón Pedro le dijo: Te semejas a un ángel (ággelos) justo (díkaios).
Mateo le dijo 35 Te asemejas a un filosofo (philósophos) sabio.
Tomas dijo: Maestro mi boca no será capaz en absoluto de que no diga a quien te asemejas.
Jesús dijo: Yo no soy tu maestro, puesto que has bebido y te has embriagado del pozo (pegé) que bulle, que yo mismo he excavado.
Y lo tomó, se separó (anachoreîn) y le dijo tres palabras. Cuando Tomás volvió a sus compañeros le preguntaron: ¿qué te ha dicho Jesús?
Tomas le dijo: Si yo os dijera una de las palabras que me ha dicho, cogerías piedras para arrojarlas contra mí y saldría fuego de las piedras que os consumiría.
14. Jesús le dijo: Si ayunais (nesteúein) os engendrareis pecado y si rezais seréis condenados (katakrínein) y si dais limosna (eleemosýne) haréis mal (kakón) a vuestro espiritus (pneûma). Y si entráis en cualquier tierra y recorreis las comarcas (chôra), si os reciben (paradéchestai) comed lo que os pongan. Curad (therapeúein) los enfermos que haya entre ellos. Porque lo que entre en cuestra boca no os mancillará, sino que lo que salga de vuestra boca eso es lo que os mancillará.
15. Jesús dijo: Cuando veáis al que nació no de la mujer, postraos sobre vuestro rostro y adoradle: ése es vuestro Padre.
16. Jesús dijo: Acaso piensen los hombres que he venido a poner paz (eiréne) en el mundo (kósmos) y no saben que he venido a poner divisiones sobre la tierra, fuego, espada, guerra (pólemos). Porque habr[á] cinco 36 en una casa: tres estarán contra dos y dos contra tres: el padre contra el hijo y el hijo contra el padre y se mantendrán entre sí como si fuesen solitarios (monachós) .
17. Jesús dijo: Os daré lo que ojo no ha visto y lo que oído no ha escuchado y lo que mano no ha tocado ni ha subido a corazón de hombre.
18. Los discípulos (mathetés) dijeron a Jesús: Dinos cuál será nuestro fin.
Jesús dijo: ¿Habéis descubierto ya el comienzo (arkhé) para que busquéis el fin? Donde está el comienzo allí estará el fin. Feliz (makários) el que se sitúe en el comienzo (arkhé), pues conocerá el fin y no le gustará la muerte.
19. Jesús dijo: Feliz (makários) el que era antes de llegar a ser. Si os haceis mis discípulos (mathetés) y escuchais mis palabras, estas piedras os servirán (diakoneîn). Por qué teneis cinco arboles en el paraíso (parádeisos) que no se mueve ni en verano ni en invierno ni caen sus hojas. El que los conozca no gustará la muerte.
20. Los discípulos (mathetés) dijeron a Jesús: Dínos, el Reino de los cielos ¿a quién se asemeja?
Les dijo: Se asemeja a un grano de mostaza, que es pequeño entre todas las semillas; pero cuando cae en la tierra labrada produce una gran rama y llega a ser abrigo de las aves del cielo.
21. Dijo María a Jesús: ¿A quién se parecen tus discípulos? (mathetés).
Él dijo: Son semejantes 37 a niños pequeños, [ins]talados en un campo que no es suyo. Cuando vengan los dueños del campo dirán: <>. Ellos se desnudan en su presencia para dejárselo y devolverles su campo. Por eso digo: Si sabe el dueño de la casa que viene el ladrón, vigilará hasta que venga y no le dejará hacer una entrada a la casa de su reino para llevarse sus bienes (skeûos). Vosotros, pues, vigilad frente al mundo (kósmos). Ceñíos vuestras cinturas con gran fuerza (dýnamis), no sea que los ladrones (lestés) encuentren acceso para llegar a vosotros, una vez que descubran la ventaja (chreía) con la que contáis. Que haya entre vosotros un hombre experimentado (epistemôn) que cuando el fruto (karpós) madure venga de prisa, teniendo su hoz en la mano, y lo corte. El que tenga oídos para oír que oiga.
22. Jesús vio a unos pequeños que mamaban. Dijo a sus discípulos (mathetés): Estos pequeños que maman son semejantes a los que entran en el Reino.
Le dijeron: Entonces, ¿haciéndonos pequeños entraremos en el Reino?
Jesús les dijo: Cuando hagáis de los dos uno y hagáis lo de dentro como lo de fuera y lo de fuera como lo de dentro y lo de arriba como lo de debajo de modo que hagáis lo masculino y lo femenino en uno solo, a fin de que lo masculino no sea masculino ni lo femenino sea femenino; cuando hagáis ojos en lugar de un ojo y una mano en lugar de una mano y un pie en lugar de un pie, una imagen (eikón) en lugar de una imagen, entonces entrareis [en el reino].
23. 38 Jesús dijo: Yo os escogeré, uno entre mil y dos de entre diez mil y se mantendrán uno solo.
24. Sus discípulos (mathetés) dijeron: Muéstranos el lugar (tópos) en el que estás, puesto que nos es necesario (anágke) buscarlo.
Él les dijo: El que tenga oídos para oír que oiga. Hay luz dentro de un hombre de luz y él ilumina al cosmos (kósmos) entero. Si él no ilumina, hay tiniebla.
25. Jesús ha dicho: Ama a tu hermano como a tu alma (psyché), guárdalo (terein) como a la pupila de tus ojos.
26. Jesús dijo: Ves la mota en el ojo de tu hermano pero no ves la astilla en tu ojo. Cuando saques la astilla fuera de tu ojo, entonces verás claramente para sacar fuera la mota del ojo de tu hermano
27. (Jesús dijo): Si no ayunáis (nesteúein) del mundo no encontrareis el Reino. Si no hacéis el sábado (sábbaton) un sábado, no veréis al Padre.
28. Jesús dijo: Me he mantenido en medio del mundo y me he manifestado a ellos en carne (sárks). los he encontrado a todos ebrios. No he encontrado a ninguno de ellos sediento, y mi alma (psyché) y mi alma se ha apenado por los hijos de los hombres, pues están ciego de corazón y no ven claramente que han venido al mundo (kósmos) vacios. Buscan de nuevo salir del mundo vacios; pero ahora están ebrios. Cuando vomiten su vino, entonces se convertirán (metanoeîen).
29. Jesús dijo: Si la carne (sárks) se hizo por el espíritu (pneûma), es una maravilla; pero si el espíritu se hizo por el cuerpo (sôma), es una maravilla de maravillas. Sin embargo, yo me maravillo 39 de esto: cóm[o es]ta gran riqueza quedó en esta pobreza.
30. Jesús dijo: Donde hay tres dioses, allí hay algunos dioses. Donde hay dos o uno, yo estoy con él.
31. Jesús dijo: No hay profeta (phrophétes) aceptado en su pueblo, ni medico que cure (therapeûein) a los que le conocen.
32. Jesús dijo: Una ciudad (pólis) construida sobre una montaña elevada y fortificada fuertemente, no cae ni puede quedar oculta.
33. Jesús dijo: Lo que tú oigas con tu oreja y con la otra oreja proclámalo sobre vuestros tejados. Porque nadie enciende una lámpara ni la pone bajo un modio ni la pone en un lugar escondido, sino que suele ponerla sobre un candelero (lychnía) para que cada uno entre y los que salgan vean su luz.
34. Jesús dijo: Si un ciego guía a otro ciego, los dos caen al fondo de un pozo.
35. Jesús dijo: No es posible que uno entre a la casa del fuerte y lo tome por fuerza a no ser que lo ate sus manos. Entonces saqueará la casa.
36. Jesús dijo: No os preocupéis de la mañana a la tarde y de la tarde a la mañana por lo que habéis de vestir.
37. Sus discípulos (mathetés) dijeron: ¿Qué día te revelaras a nosotros y que día te veremos?
Jesús dijo: Cuando os desnudéis y no os avergoncéis y toméis vuestros vestidos y los pongáis bajo vuestros pies como los niños pequeños y los pisoteéis, enton[ces veréis 40 a]l Hijo del Viviente y no temeréis.
38. Jesús dijo: Muchas veces habéis deseado (epithymeîn) oír estas palabras que yo os digo y no tenéis otro de quien oírlas. Vendrán días en que me buscareis y no me encontrareis.
39. Jesús dijo: Los fariseos (pharisaîos) y los escribas (grammateús) han recibido las llaves del conocimientos (gnosis) y las han escondido. Ni han entrado Los fariseos (pharisaîos) y los escribas (grammateús) ni a los que quieren entrar les han dejado; pero vosotros sed prudentes (phrónimos) como las serpientes e inocentes (akéraios) como las palomas.
40. Jesús dijo: Una vid ha sido plantada fuera del Padre y, al no estar firme, será arrancada de raíz y destruida.
41. Jesús dijo: al que tenga en su mano, se le dará, y al que no tenga, lo poco que tenga le será quitado.
42. Jesús dijo: Estad de paso (parágein).
43. Sus discípulos (mathetés) le dijeron: ¿Quién eres tú que nos dices estas cosas?
(Jesús dijo): ¿Por lo que os digo, no sabéis quién soy yo? Pero habéis llegado a ser como los judíos (ioudaîos): aman el árbol, odian su fruto (karpós) y aman el fruto, odian el árbol.
44. Jesús dijo: Al que blasfeme contra el Padre, le será perdonado y al que blasfeme contra el Hijo, le será perdonado; pero al que blasfeme contra el espíritu (pneûma) Santo no le será perdonado ni en la tierra ni en el cielo.
45. Jesús dijo: No se cosechan racimos de los espinos ni se coge higos de la maleza, po[rque ] no dan fruto (karpós). [Un] hombre [bu]eno (agathós) saca 41 algo bueno d[e] su tesoro. Un hombre ma[lo] (kakós) saca maldades (ponêron) de su mal tesoro, que está en su corazón, y dice maldades porque de la abundancia del corazón saca maldades.
46. Jesús dijo: Desde Adán hasta Juan el Bautista (baptistés), entre los nacidos de mujeres, no hay quien sea más alto que Juan el Bautista para que sus ojos no se rompan. Pero yo digo: el que de vosotros se haga pequeño conocerá el Reino y será más alto que Juan.
47. Jesús dijo: No es posible que un hombre monte dos caballos, que tense dos arcos, y no es posible que un siervo sirva a dos señores, o bien honrará (timân) a uno y ofrendará (hybrízein) a otro. Ningún hombre bebe vino añejo y en seguida desea (epithymeîn) beber vino de nuevo. Y no se mete vino nuevo en odres (askós) viejos para que no se desgarren, ni se mete vino añejo en odres nuevos, no sea que se pierda. No se cose retazo viejo en un vestido nuevo, puesto que se haría un desgarrón.
48. Jesús dijo: Si dos hacen paz (eiréne) entre ellos en esta misma casa, dirán al monte: lánzate fuera y se lanzará.
49. Jesús dijo: Felices (makários) sois los solitarios (monachós) y los elegidos, porque encontrareis el Reino; ya que habéis salido de él, de nuevo iréis allí.
50. Jesús dijo: Si os preguntan ¿de dónde venís? Decidles: Hemos salido de la Luz, de donde la Luz ha procedido de sí misma, se ha mantenido 42 y se ha revelado en sus imágenes (eikón). Si os preguntan: ¿Quiénes sois?, decid: somos sus hijos y somos los elegidos del Padre Viviente. Si os preguntan ¿Cuál es el signo de vuestro Padre en vosotros?, decidles: Es un movimiento y un reposo (anápausis).
51. Sus discípulos (mathetés) le dijeron: ¿Qué día tendrá lugar el reposo de los muertos y qué día vendrá el mundo (kósmos) nuevo?
Les dijo: Lo que esperáis ha llegado, pero vosotros no lo conocéis.
52. Sus discípulos (mathetés) le dijeron: Veinticuatro profetas (prophêtês) hablaron en Israel y todos hablaron de ti.
Les dijo: Habéis dejado al viviente que está ante vosotros y habéis hablado de los muertos.
53. Sus discípulos (mathetés) le dijeron: ¿La circuncisión es provechosa (opheleîn) o no?
Les dijo: Si fuera provechosa sus padres los engendrarían de sus madres circuncisos; pero la verdadera circuncisión en espíritu (pneûma) ha hallado entera utilidad.
54. Jesús dijo: Felices (makários) los pobres porque vuestro es el Reino de los cielos.
55. Jesús dijo: El que no odie a su padre ni a su madre, no podrá ser mi discípulo, y el que [no] odie a sus hermanos y a sus hermanas y [no] cargue su luz (staurós) como yo, no será digno (áxios) de mí.
56. Jesús dijo: El que ha conocido el mundo (kósmos) ha encontrado un cadáver (ptôma) y el que ha encontrado un cadáver el mundo no es digno de él.
57. Jesús dijo: El Reino del Padre es semejante a un hombre que poseía [buena] semilla. Su enemigo vino de noche 43 y sembró cizaña (zizánion) entre la [b]uena sem[illa.]. el hombre no les dejó arrancar la cizaña. Les dijo: No sea que vayáis a arrancar la cizaña y arranquéis con ella el trigo. Ya que el día de la cosecha aparecerá la cizaña, se arranca y se quema.
58. Jesús dijo: Feliz (makários) el hombre que ha sufrido. Ha encontrado la vida.
59. Jesús dijo: Contemplad al Viviente mientras (ôs) vivís, no sea que muráis y busquéis verle y no seáis capaces de verle.
60. Vieron a un samaritano que llevaba un cordero camino de Judea. Dijo a sus discípulos (mathetés): (¿Qué hace) éste con el
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64. Jesús dijo: Un hombre tenía huéspedes y, una vez preparada la cena (deîpnon), envió a su criado para que invitase a los huéspedes. Fue el primero y le dijo: Mi señor te invita. Él dijo: Tengo un asunto de dinero con comerciantes (émporos), que viene a mí por la tarde. Iré para darles órdenes. Me excuso (paraiteîsthai) de la cena. Fue a otro y le dijo: Mi señor te invita, él le dijo: Mi amigo va a casarse y yo soy el que ha de preparar el banquete (depnon). No podre ir. Me excuso de la cena. Fue a otro y le dijo: Mi señor te invita. Él le dijo: He comprado una alquería (kôme) y me voy a recibir las rentas. No podré ir. Me excuso. Vio el siervo dijo a su señor: Los que invitaste a la cena se han excusado. El señor dijo a su siervo: Ve afuera a los camino, trae a los que encuentres para que cenen. Los comerciantes y negociantes no (entrará]n en los lugares (tópos) de mi Padre.
65. 45 Él dijo: Un hombre honr[ad]o (chrestós) [te]nía un viñedo. Lo arrendó a unos [ca]mpesinos para que lo trabajaran y recibir su fruto (karpós) de ellos. Envió a su siervo para que los campesinos le diesen el fruto del viñedo. Ellos echaron mano del siervo y lo golpearon. Poco más y lo matan. El siervo fue y lo dijo a su señor. Su señor dijo: Acaso no lo conocieron. Envió a otro siervo. Los campesinos golpearon al otro. Entonces el señor envió a su hijo. Él dijo: Acaso respetarán a mi hijo. Aquellos campesinos en cuanto conocieron que era el heredero (kleronómos) del viñedo, lo cogieron y le dieron muerte. El que tenga oídos que oiga.
66. Jesús dijo: Mostradme esa piedra que rechazaron los constructores. Es la piedra angular.
67. Jesús dijo: El que conoce el Todo, si está privado (del conocimiento de sí mismo), está privado del Todo.
68. Jesús dijo: Felices (makários) vosotros si os odian y os persiguen (diókein). No se encontrará lugar (tópos) allí donde os hayan perseguido.
69. Jesús dijo: Felices son esos que han sido perseguidos en su corazón. Ellos son los que han conocido al Padre de verdad. Felices los hambrientos, pues será saciado el vientre que desea.
70. Jesús dijo: Cuando engendréis lo que está en vosotros, esto que tenéis os salvará, pero si no lo tenéis en [vo]sotros, esto que tenéis en vosotros es lo que os [dará m]uerte.
71. Jesús dijo: Des[truiré esta] casa y nadie podrá edificarla [ de nuevo].
72. 46 [Un hombre] le [dijo]: Di a mis hermanos que repartan los bienes de mi padre conmigo.
Él le dijo: Oh hombre, ¿Quién me ha establecido como repartidor?
Se volvió a sus discípulos y les dijo: ¿Acaso soy un repartidor?
73. Jesús dijo: La cosecha ciertamente es grande, pero los trabajadores (ergátes), pocos. Rogad, pues, al señor para que mande trabajadores.
74. Él dijo: Señor, ah muchos alrededor del pozo, pero ninguno en el pozo.
75. Jesús dijo: Hay muchos que están junto a la puerta, pero los solitarios (monachós) son los que entraran en la cámara nupcial.
76. Jesús dijo: El Reino del Padre es semejante a un hombre mercader, que poseía mercancía (phortíon), y encontró una perla (margarítes). El tal mercader era avispado, vendió la mercancía y se compró la perla excepcional. Vosotros también buscaos el tesoro que no perezca, que dure allí donde la polilla no se acerque para comerlo y (donde) el gusano no lo destruya.
77. Jesús dijo: Yo soy la Luz. La que está por encima de todos. Yo soy el Todo. El Todo provino de mí y el Todo ha llegado a mí. Llegad a un madero. yo estoy allí. Levantad la piedra y me encontrareis allí.
78. Jesús dijo ¿Por qué salisteis al campo? ¿Para ver una caña agitada por el viento? ¿O para ver un ho[mbre] (que lleva) encima [ve]stidos delicados? [Mirad vuestros] reyes y vuestros magnates (megistános) 47 son los que (llevan) encima [vestidos] delicados y no pod[rán] conocer la verdad.
79. Una mujer de la multitud dijo: Bendito los que han oído la palabra (lógos) del Padre y la han observado. Porque habrá días en verdad que diréis: Bendito aquel vientre que no estuvo preñado y aquellos pechos que no dieron de mamar.
80. Jesús dijo: El que ha conocido el mundo (kósmos), ha encontrado el cuerpo (sôma), y el que ha encontrado al cuerpo, el mundo no es digno de él.
81. Jesús dijo: El que se haya hecho rico, que se haga rey, y el que tiene algún poder (dýnamis), que renuncie (arneîsthai).
82. Jesús dijo, El que está cerca de mí, está cerca del fuego, y el que está lejos de mí, está lejos del Reino.
83. Jesús dijo Las imágenes (eikôn) se han revelado al hombre y la luz que hay en ellas se oculta en la imagen de la luz del Padre. Se manifestara y su imagen (quedará) oculta por su luz.
84. Jesús dijo: Cuando veis lo que os asemeja, os alegráis, pero cuando veáis vuestras imágenes, que llegaron a ser en vuestro comienzo, (que) ni mueren ni se revelan, ¿Cuánto soportareis?
85. Adán llegó a ser por un gran poder (dýamis) y una gran riqueza y no ha llegado a ser digno de vosotros. Porque si hubiera sido digno (áxios) no [habría] gu[stado] la muerte.
86. Jesús dijo: [Las zorras 48 tien]en s[us madrigueras] y los pájaros poseen [su]s nidos; pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar su cabeza y poner[se] a descansar.
87. Jesús dijo: Miserable (talaíporon) e[s] el cuerpo (sôma) que depende de un cuerpo y m[i]serable (talaíporos) es el alma (psyché) que depende de estos dos.
88. Jesús dijo: Los mensajeros (ággelos) y los profetas (phrophétes) vienen a vosotros y os darán lo que es vuestro, y vosotros también dadles a ellos lo que está en vuestras manos y decíos: ¿Qué día vendrán y recibirán lo suyo?
89. Jesús dijo: ¿Por qué laváis lo exterior de la copa (potérion)? ¿No entendéis (noeîn) que el que fabricó su interior también fabricó su exterior?
90. Jesús dijo: Venid a mí que mi yugo es suave (chrestós) y mi señorío es amable y encontrareis reposo (anápausis) para vosotros.
91. Le dijeron: Dinos quién eres para que creamos (pisteúein) en ti.
Les dijo: ¿Sondeais (peirázein) la faz del cielo y de la tierra y al que tenéis delante no lo conocéis y no sabéis sondear este tiempo (kairós).
92. Jesús dijo: Buscad y hallareis, pero lo que me preguntasteis en aquellos días y no os dije entonces, ahora deseo decirlo y no lo andáis buscando.
93. No deis lo santo a los perros, para que no lo arrojen al estercolero (kopría), ni arrojéis las perlas (margarítes) a los cerdos, no sea que hagan […].
94. Jesús [dijo]: El que busca encontrará, [y al que llame a]dentro, le abrirán.
95. [Ha dicho Jesús:] Si tenéis dinero, 49 no deis a interés, sino dad[…] a aqu[el] de quien no recibiréis.
96. Jesús [dijo]: El Reino del Padre se asemej[a a una mujer] que cogió un poco de levadur[a], la [escondió] en la masa e hizo unos gran[des] panes. El que tenga oídos [que] oiga.
97. Jesús [dijo]: El Reino del [Padre es] semejante a una mujer que llevaba una ja[rra] llena de harina. Mientras andaba [por un] camino largo, las asas de la ja[rra] se quebraran. La harina se fue vaciando [e]n el camino. Ella no lo sabía, (pues) no había notado molestia. Al entrar en su casa puso la jarra en el suelo y la encontró vacía.
98. Jesús dijo: El Reino del Padre es semejante a un hombre que quiso matar a un hombre importante (megistânos).
99. Los discípulos le dijeron: Tus hermanos y tu madre están ahí fuera.
Les dijo: Los que están en estos lugares hacen la voluntad de mi Padre, éstos son mis hermanos y mi madre. Ellos son los que entraran en el Reino de mi Padre.
100. Mostraron a Jesús una (moneda) de oro y le dijeron: Los agentes del César nos reclaman los impuestos.
Él les dijo: Dad lo del Cesar al Cesar. Dad lo de Dios a Dios y lo que es mío dádmelo vosotros.
101. El que n[o] odie a su pa[dre] y a su madre como yo, no podrá ser mi d[iscípul]o (mathetés) y el que [no] ame a s[u padre] y a su madre como yo, no podrá ser m[i] d[iscípul]o porque mi madre me ha [engendrado], 50 pero [mi madre] verdadera me ha dado la vida.
102. Jesús dijo: ¡Ay de los fariseos (pharistaîos)!, porque son semejantes [a] un perro que se echa a dormir sobre el pesebre de los [b]ueyes, pues ni come n[i d]eja que coman los bueyes.
103. Jesús dijo: F[eli]z (makários) aquel hombre que conoce p[or qué] pares (méros) penetran los ladrones (lestés), de mo[do que se] alzará y reunirá su […] y se ceñirá su cintura [an]tes de que entren.
104. [Le] dijeron: Ven para que oremos hoy y ayunemos (nesteúein).
Jesús dijo: ¿Pues qué pecado he cometido o en qué he sido vencido? Solo cuando el esposo (nýmphios) salga de la cámara nupcial (nýmphôn), entonces ¡que se ayune y que se ore!
105. Jesús dijo: Al que conozca al padre y a la madre lo llamarán hijo de prostituta (pórne).
106. Cuando hagáis los dos uno, llegareis a ser hijos de hombre. Y si decís: Monte, arráncate, se arrancará.
107. Jesús dijo: El reino es semejante a un hombre pastor que tenía cien ovejas. Una de ellas se perdió: era la mayor. Él dejó las noventa y nueve y fue en búsqueda de la una hasta que la encontró. Habiéndose cansado dijo a la oveja: Te quiero más que a las noventa y nueve.
108. Jesús dijo: El que beba de mi boca llegará a ser como yo. Yo también llegaré a ser como él y las cosas ocultas serán reveladas.
109. Jesús dijo: El Reino de Dios es semejante a un hombre que ten[ía] un tesoro escon[dido cuya] existencia no conocía y [después de] que murió, lo dejó a su [hijo. El] hijo tampoco lo conoc[ía]. Se hizo cargo 51 de aquel campo y [lo v]endió. Y el que lo compró, vino y al labrarlo [encontró] el tesoro y comenzó (árchesthai) a dar dinero a interés a [quienes] quiso.
110. Jesús dijo: El que ha encontrado [al] mundo (kósmos) y se ha hecho rico, que renuncie (arneîsthai) al mundo.
111. Jesús dijo: Lo cielos y la tierra se enrollaran delante de vosotros y el que vive del Viviente no verá muerte ni (temor) porque Jesús dice: El que se encuentra a sí mismo, el mundo (kósmos) no es digno de él.
112. Jesús dijo: ¡Ay de la carne (sárks) que depende del alma (Psyché)! ¡Ay del alma que depende de la carne!
113. Sus discípulos le dijeron: ¿Qué día vendrá el Reino?
(Jesús dijo:) No vendrá en una expectativa, ni dirán: Mirad aquí o mirad allá: Sino que el Reino del Padre esta difundido sobre la tierra y los hombres no lo ven.
114. Simón Pedro les dijo: Que María salga de entre nosotros porque las mujeres no son dignas de la vida.
Jesús dijo: Mirad, yo la impulsaré a hacerse varón, A fin de que llegue a ser también un espíritu (pneûma) viviente semejante a vosotros los varones, porque cualquier mujer que se haga varón, entrará en el Reino de los cielos.

El evangelio (euaggélion) según (katá) Tomás.

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