En el comienzo de los tiempos, según el Génesis, no había una consciencia del bien y del mal, no existía dualismo alguno que atormentara la mente del hombre. En la Biblia todo pecado es contra Dios, las escrituras comparan la relación Antiguo testamentaria entre Dios e Israel con el matrimonio, y la rebelión de Israel contra Dios con el adulterio.
Dios está enojado por el pecado humano, pero al mismo tiempo se aflige. Desde una primera mirada, pareciera ser que Dios castiga la desobediencia de Adán y Eva sólo por una simple desobediencia, pero hay algo que va mas allá, el pecado original representa el parricidio original, es el pecado cometido por los primeros padres de la humanidad al desobedecer el mandato divino de no comer del árbol del conocimiento del bien y del mal, fueron castigados con la expulsión del paraiso, desde ese momento, el hombre tendría que trabajar por su alimento, su casa y su vestido y la mujer, padecería con dolores sus partos y se sujetaría al hombre, pero, ¿en realidad que fue lo que el hombre descubrió al comer de este árbol prohibido? La palabra pecado, en el contexto bíblico, quiere decir quebrantamiento del pacto entre Dios y el hombre, es decir, se rompe la lealtad del hombre hacia Dios, existen otras visiones de este acontecimiento donde se sostiene que este quebrantamiento del pacto, más allá de hacer daño a Dios, se comete daño contra nosotros mismo, explico porque: al comer de este árbol de vida se desobedece una ley, antes de hacerlo, no existía un conocimiento definido, es decir, no había una consciencia de dualismo alguno, de lo que era bueno y de lo que no lo era, más allá de darse cuenta de su desnudez y tener conocimiento del deseo carnal, existe una consecuencia más profunda, algo más dañino para la existencia del hombre, esto es, la consciencia de la finitud, la sentencia de Dios fue “de muerte morirás” esta postura supone el conocimiento de la muerte, problema con el que ha peleado y el hombre desde entonces, el saber que algún día moriré no es una grata noticia, la desobediencia de Adán y Eva refleja el primer parricidio en la historia de la humanidad, el parricidio original trajo consigo, desde una óptica bíblica, un sinfín de problemas para la vida del hombre, problemas que hasta la fecha siguen haciendo mella dentro de la mente humana, pues ahora tenemos impresa la imagen de nuestra finitud, por tal motivo deseamos el contacto carnal, esta consciencia del deseo sexual nos hace generar la consciencia de nuestra muerte, con la desobediencia o el parricidio original aparece el sentimiento de culpa, los dos grandes demonios con los que ha tenido que cargar el hombre desde que lo es.
Por Javier Hernández Ruíz.
Dios está enojado por el pecado humano, pero al mismo tiempo se aflige. Desde una primera mirada, pareciera ser que Dios castiga la desobediencia de Adán y Eva sólo por una simple desobediencia, pero hay algo que va mas allá, el pecado original representa el parricidio original, es el pecado cometido por los primeros padres de la humanidad al desobedecer el mandato divino de no comer del árbol del conocimiento del bien y del mal, fueron castigados con la expulsión del paraiso, desde ese momento, el hombre tendría que trabajar por su alimento, su casa y su vestido y la mujer, padecería con dolores sus partos y se sujetaría al hombre, pero, ¿en realidad que fue lo que el hombre descubrió al comer de este árbol prohibido? La palabra pecado, en el contexto bíblico, quiere decir quebrantamiento del pacto entre Dios y el hombre, es decir, se rompe la lealtad del hombre hacia Dios, existen otras visiones de este acontecimiento donde se sostiene que este quebrantamiento del pacto, más allá de hacer daño a Dios, se comete daño contra nosotros mismo, explico porque: al comer de este árbol de vida se desobedece una ley, antes de hacerlo, no existía un conocimiento definido, es decir, no había una consciencia de dualismo alguno, de lo que era bueno y de lo que no lo era, más allá de darse cuenta de su desnudez y tener conocimiento del deseo carnal, existe una consecuencia más profunda, algo más dañino para la existencia del hombre, esto es, la consciencia de la finitud, la sentencia de Dios fue “de muerte morirás” esta postura supone el conocimiento de la muerte, problema con el que ha peleado y el hombre desde entonces, el saber que algún día moriré no es una grata noticia, la desobediencia de Adán y Eva refleja el primer parricidio en la historia de la humanidad, el parricidio original trajo consigo, desde una óptica bíblica, un sinfín de problemas para la vida del hombre, problemas que hasta la fecha siguen haciendo mella dentro de la mente humana, pues ahora tenemos impresa la imagen de nuestra finitud, por tal motivo deseamos el contacto carnal, esta consciencia del deseo sexual nos hace generar la consciencia de nuestra muerte, con la desobediencia o el parricidio original aparece el sentimiento de culpa, los dos grandes demonios con los que ha tenido que cargar el hombre desde que lo es.
Por Javier Hernández Ruíz.
1 comentario:
La noción de parricidio me parece en este caso muy sospechosa debido a las connotaciones filosóficas occidentales que puede que no correspondan al contexto bíblico en el cual fue elaborado. Por otro lado tenía entendido que la noción de pecado original fue una interpretación agustiniana, quien fue a su vez influido por el pensamiento maniqueo por lo que resulta mas complejo aún tomar la consideración la toma de conciencia del hombre de un dualismo en la naturaleza que proviene de dicha tradición, aunque sea claro que existe una ruptura notoria entre el hombre y Dios, saludos.
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