Como se trató en la primer parte, y continuando con la secuencia de esta secuela, proseguiré a mencionar solo algunas de las introducciones que tuvo el cristianismo para que pudiese ser la institución política-religiosa que fue en la Edad Media.
Comenzaré primero con algunas de las introducciones (en algunos casos probable, y mencionare en que caso) al cristianismo por parte de la cultura persa. Uno de los aspectos muy superficiales, pero que fueron muy significativos durante el reinado cristiano, fue la visión del Rey-Dios. Debemos de tener en cuenta que en los cristianos el único rey que había era Cristo, y este no reclamo en su estancia terrenal alguna riqueza, sino todo lo contrario. Esta visión la tomarán posteriormente los papas para reflejar su poder político y eclesiástico en la Edad Media; es decir, antes de esta no existía tal atributo a algún papa cristiano.
Otro de los aspectos a discutir por parte de la religión persa hacia los cristianos es la probable introducción de la dualidad bien-mal, figurada por Dios por el bien y por Satanás por el mal. Este mito trata de que Lucifer, un ángel con gran devoción a Dios, por tratar de ser como su Dios, después de ser el más fiel, se convierte en su oponente por el trono divino y crea una revolución en el cielo. Por tal acción, Lucifer y sus secuaces son desterrados del Cielo y condenados en el Infierno, haciendo a Lucifer en el Dios de la maldad. En este mito, la figura de Lucifer (que en el cristianismo significa como “Luz bella”) juega un papel similar a un mito acerca de un personaje de nombre similar. En la religión persa, Lucifer es el nombre del planeta Venus, llamado Lucero en Babilonia. Este es Hijo de la Aurora y se menciona que este fue expulsado de la mañana, acontecimiento que se menciona en el cristianismo como el destierro de Satanás.
Toda esta dualidad fundada en el mito ya mencionado se retoma de la también posible introducción de algunos de los principios de la doctrina de Maní. En esta, claro esta, hay una lucha por las dualidades entre el espíritu y los problemas, simbolizadas con la Luz y la Oscuridad. En el mito se menciona una Incursión casi total por parte de la Oscuridad, por lo cual se da una lucha perpetua entre el bien y el mal, dando como resultado nuestro cosmos y la vida humana. Parece ser que esta lucha no solo se da en este mito, sino que Satanás estará haciendo gran competencia con Dios hasta el Día del Juicio, es decir, que aunque este sea la contraparte de Dios, sigue siendo “divino” muy por debajo de él.
En resumen, siendo esto como una tesis, para introducir parte del pensamiento maniqueo, se retoma un mito antiguo de origen babilónico para crear una lucha eterna entre el bien y el mal, sin embargo, el mal al final de cuentas es de menor poder que el bien y se esta subordinado de este por así decirlo.
Sin embargo, no solo encontraremos parte de doctrinas asiáticas “paganas” en el cristianismo, sino que la filosofía griega también incurre aquí para lograr que crezca esta institución como “la más grande que ha existido en la historia del hombre”. A quien le debemos gran parte de la introducción griega al cristianismo es a San Agustín de Hipona, el cual, después de haber pasado por varias doctrinas (incluyendo el maniqueísmo y el neoplatonismo), logra decidirse por convertirse al cristianismo. Su gran aportación a esta Institución es en su mayoría de la filosofía Platónica, la cual incluye la prueba a la eternidad del alma, su dualidad con el cuerpo y la divinidad que tiende a Dios, la cual concuerda fácilmente con la ya mencionada divinidad de los hombres hacia Dios.
Este filósofo fue fundamental para crear el pensamiento cristiano en la mayor parte de la edad Media, y es base importante para la Iglesia. Empero hay que agregar no fue el único (pues afirmo que es el más Importante en la base de la Iglesia Católica posteriormente) en defender al cristianismo con filosofía griega. San Pablo es de los primero cristianos en usar la filosofía griega para beneficio de su en ese entonces “secta religiosa”. Hay otros nombres grandes como el de los “apologetas” como Justino y Tertuliano; o los primero teólogos como Clemente de Alejandría y Orígenes, por mencionar algunos. Hay más posibles fuentes, sobre todo de origen griega, pero eso lo trataré en la siguiente entrada acerca de las introducciones al pensamiento cristiano.
Comenzaré primero con algunas de las introducciones (en algunos casos probable, y mencionare en que caso) al cristianismo por parte de la cultura persa. Uno de los aspectos muy superficiales, pero que fueron muy significativos durante el reinado cristiano, fue la visión del Rey-Dios. Debemos de tener en cuenta que en los cristianos el único rey que había era Cristo, y este no reclamo en su estancia terrenal alguna riqueza, sino todo lo contrario. Esta visión la tomarán posteriormente los papas para reflejar su poder político y eclesiástico en la Edad Media; es decir, antes de esta no existía tal atributo a algún papa cristiano.
Otro de los aspectos a discutir por parte de la religión persa hacia los cristianos es la probable introducción de la dualidad bien-mal, figurada por Dios por el bien y por Satanás por el mal. Este mito trata de que Lucifer, un ángel con gran devoción a Dios, por tratar de ser como su Dios, después de ser el más fiel, se convierte en su oponente por el trono divino y crea una revolución en el cielo. Por tal acción, Lucifer y sus secuaces son desterrados del Cielo y condenados en el Infierno, haciendo a Lucifer en el Dios de la maldad. En este mito, la figura de Lucifer (que en el cristianismo significa como “Luz bella”) juega un papel similar a un mito acerca de un personaje de nombre similar. En la religión persa, Lucifer es el nombre del planeta Venus, llamado Lucero en Babilonia. Este es Hijo de la Aurora y se menciona que este fue expulsado de la mañana, acontecimiento que se menciona en el cristianismo como el destierro de Satanás.
Toda esta dualidad fundada en el mito ya mencionado se retoma de la también posible introducción de algunos de los principios de la doctrina de Maní. En esta, claro esta, hay una lucha por las dualidades entre el espíritu y los problemas, simbolizadas con la Luz y la Oscuridad. En el mito se menciona una Incursión casi total por parte de la Oscuridad, por lo cual se da una lucha perpetua entre el bien y el mal, dando como resultado nuestro cosmos y la vida humana. Parece ser que esta lucha no solo se da en este mito, sino que Satanás estará haciendo gran competencia con Dios hasta el Día del Juicio, es decir, que aunque este sea la contraparte de Dios, sigue siendo “divino” muy por debajo de él.
En resumen, siendo esto como una tesis, para introducir parte del pensamiento maniqueo, se retoma un mito antiguo de origen babilónico para crear una lucha eterna entre el bien y el mal, sin embargo, el mal al final de cuentas es de menor poder que el bien y se esta subordinado de este por así decirlo.
Sin embargo, no solo encontraremos parte de doctrinas asiáticas “paganas” en el cristianismo, sino que la filosofía griega también incurre aquí para lograr que crezca esta institución como “la más grande que ha existido en la historia del hombre”. A quien le debemos gran parte de la introducción griega al cristianismo es a San Agustín de Hipona, el cual, después de haber pasado por varias doctrinas (incluyendo el maniqueísmo y el neoplatonismo), logra decidirse por convertirse al cristianismo. Su gran aportación a esta Institución es en su mayoría de la filosofía Platónica, la cual incluye la prueba a la eternidad del alma, su dualidad con el cuerpo y la divinidad que tiende a Dios, la cual concuerda fácilmente con la ya mencionada divinidad de los hombres hacia Dios.
Este filósofo fue fundamental para crear el pensamiento cristiano en la mayor parte de la edad Media, y es base importante para la Iglesia. Empero hay que agregar no fue el único (pues afirmo que es el más Importante en la base de la Iglesia Católica posteriormente) en defender al cristianismo con filosofía griega. San Pablo es de los primero cristianos en usar la filosofía griega para beneficio de su en ese entonces “secta religiosa”. Hay otros nombres grandes como el de los “apologetas” como Justino y Tertuliano; o los primero teólogos como Clemente de Alejandría y Orígenes, por mencionar algunos. Hay más posibles fuentes, sobre todo de origen griega, pero eso lo trataré en la siguiente entrada acerca de las introducciones al pensamiento cristiano.
Por Juan Manuel González Hernández
2 comentarios:
Es una buena reseña histórica pero hay que notar dos aspectos: 1) la relevancia filosófica de lo que has dicho y 2)es preciso que cites el(los) texto(s) en el(los) que te has basado para estructurar tu entrada.
Es una buena reseña histórica pero hay que notar dos aspectos: 1) la relevancia filosófica de lo que has dicho y 2)es preciso que cites el(los) texto(s) en el(los) que te has basado para estructurar tu entrada.
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