lunes, 9 de noviembre de 2009

San Agustín y el dualismo

San Agustín es muy claro con el dualismo que se propone refutar, a saber, el dualismo substancial del maniqueísmo.

Platón no es muy claro en sus diálogos respecto de la naturaleza del alma.
Si hemos de atenernos al simil del carro alado, el alma podría interpretarse como tripartita (si contamos al auriga y a los dos caballos) o bipartita (enfocándonos en los dos caballos).
Pero, si hay un auriga, ¿no podríamos además representarnos a los caballos de otra manera : a uno como las virtudes y al otro como los vicios? ¿ó como los dos caminos de posible acción, en términos moralizantes, pueden ser interpretados respectivamente como acción buena y la acción interpretada como mala? El auriga, es por supuesto, la razón (humana) interpretada como principio rector, pero aun así no es del todo claro si hemos de atenernos al instinto de considerarlo como una sola substancia, que a su vez se subdivide, o si hemos de oler ya ahí un dualismo en el cual el principio rector es como una chispa divina encerrada en la tumba del cuerpo.
Sea la concepción que tengamos, siempre es posible representarnos a esa chispa justamente como tal, la chispa está escindida de lo divino. Sí participa de ello, pues es su naturaleza, pero tal naturaleza es de alguna manera limitada al encontrarse condicionada por la experiencia que tiene dentro del cuerpo, o, lo que es lo mismo, ha olvidado su propia naturaleza y las Formas que pudo haber contemplado antes de “caer”.

Ya sea que queramos tomar una perspectiva que acerque a Platón al hinduísmo, en un ejercicio dualista parecido a la escuela saamkhya, o que busquemos sistematizar a Platón, es un hecho que Plotino vió diferencias en las acciones humanas y que estableció que hay, en el hombre, un alma superior y una inferior, aunque lo más probable sea que sean la misma alma que se refiere a dos funciones distintas, o que solamente sea una diferencia a nivel discursivo dado que el alma es capaz de tomar cualquiera de los dos caminos de la acción.
San Agustín se encuentra de acuerdo con Plotino, el maniqueísmo establece un dualismo substancial que puede ser problematizado al punto que parece insostenible para quien argumenta que el alma está hecha del mismo “material”, y que en realidad no son dos principios los que luchan por la posición rectora sobre los actos. El problema es que el alma no se manda a sí misma en toda su totalidad. ¿Cómo hemos de interpretar esto? ¿Como discrepancias para con uno mismo?

Las Confesiones, vistas desde esta perspectiva, no son más que un monólogo de Agustín. Hay un gran parecido con Séneca y con la intimidad subjetiva que construyeron algunas sectas desde el mismo Sócrates. El mismo Heráclito dice que es profundo el lógos de la naturaleza humana. Para Sócrates eso no significa que sea del todo insondeable. Hay, ya en el caso de Agustín, un sentido de individualidad, de un hablar hacia él mismo, un monólogo que se pregunta y se autoclarifica : busca autorectificarse moralmente pero a la vez ponerse en sintonía con el Padre. Solo que Agustín deja muchas veces de lado los aspectos de naturaleza más científica y racionalista para dar lugar a las emociones y las contradicciones de la vida condicionada al cuerpo, contenidos mentales comunes a la mayoría – sino es que a todos – aquellos pertenecientes al género humano.

El hombre es creación divina. Interpretar completamente a Agustín desde el neoplatonismo es un craso error : el cristianismo propne que la creación es ex-nihilo y las filosofías derivadas del fenómeno indoeuropeo interpretan que lo material es eterno.
También es craso error interpretar a Plotino desde el hinduísmo : el monólogo de san Agustín no busca dar con su verdadera realidad, es decir que no se busca a sí mismo como Sí-mismo o como Absoluto condicionado. Ya el alma tiene algo de divino, pero como he dicho, se trata de algo divino escindido no por un juego como la noche de la danza entre Krishna y las gopis (el caso de los cultos a Vishnu), no como un juego de la Conciencia que se pluraliza y se condiciona (el caso de los Shaivísmos), sino que el hombre busca dirigirse hacia el Uno-Bien y encontrarse con Él pues, si hemos hacer caso a Aristóteles desde santo Tomás, Dios es aquello hacia lo cual el hombre se dirige.
En el caso específico de Plotino, solo es una reunión con la fuente de la cual manamos, solo que, y regresando a la India, nos encontramos en otro orden o nivel discursivo y de acción dentro del total de lo Real – somos un desparramamiento del Uno y hemos de pasar por sus hipóstasis.
Además he de poner en relieve que para Plotino, como en el hinduísmo, la maldad no tiene realidad ontológica : la palabra sánscrita que se predicaría del mal es que es asat (el prefijo a también es privativo, sat es equivalente a ser).

Aunque hinduísmo, neoplatonismo y cristianismo pueden tener nociones similares, sus supuestos ontológicos son distintos. Aun así, es posible realizar una filosofía comparativa de ellos.

Autor : Montes Ruiz Carlos Eduardo

3 comentarios:

Black Bird dijo...

Aunque es verdad que es necesario tener en consideración los distintas presupuestos ontológicos al hablar de varias tradiciones; me parece que tu conclusión parece llegar a un perogrullo y pierde de vista el aspecto filosófico al comparar las distintas tradiciones, por cierto de manera un tanto enredada.
Sin embargo, me llama la atención, como tú mismo señalas en la etimología que el Mal sería para el hinduismo algo así como No-ser de manera equivalente a San Agustín. Curiosamente esto muestra a su vez la influencia neoplatónica en el santo, saludos.

Enrique dijo...

Es un buen texto y tienes muy buena información de Agustín y de la Filosofía oriental. Los puentes son muy interesantes pero quizá te convenga más centrarte en el santo de Hipona, que es finalmente el problema a estudiar.

Daemon dijo...

Black : malabarear ocho materias no es una tarea fácil. Estoy de acuerdo que mi exposición no ha sido lo suficientemente clara. Espero poder aclararlo de mejor manera a posteriori. En efecto, mi referencia respecto del asat sirve para ilustrar la tradición neoplatónica en Agustín.

Enrique : Anotado. Sin embargo me es muy difícil abordar a los medievales sin hacer una indagación comparativa. ¿Bibliografía que me puedas sugerir para hacer un estudio más detallado y una lectura más focalizada de Agustín?