miércoles, 4 de noviembre de 2009


LA NATURALEZA DEL DUALISMO. IMPORTANCIA

Cuando caminamos hoy por hoy en las calles, al ver las propagandas, o al mirar el televisor; es mas, estando más en nuestro ambiente, al leer una buena novela o un cuento, en la mayoría de las ocasiones, si no es que en todas, nos hemos de encontrar con dos tipos de “bandos”, a saber, el que ocupamos a favor de nuestro personaje protagónico y su competencia, su antagónico. Desde tiempos remotos en la humanidad ha aparecido el dualismo, desde las mitologías, hasta en las series que nosotros llegamos a ver en la televisión o las películas en los cines. Podemos hasta de igual manera pensar que nosotros mismos como individuos tenemos nuestra parte mala, un personaje el cual lo identificamos como nuestro rival, o visto como nuestra contraparte, o como algunos se atreven a llamarlo, el “gemelo malvado”.

Como sea el caso, al parecer el dualismo nos invade, y si quisiéramos salir de él seria una tarea nada fácil, o desagradable en algunos casos. Aunque para mi punto de vista, en un mundo donde el dualismo ha existido desde hace mas de dos milenios contando desde que naci (auméntele casi 20 años más), es prácticamente imposible hacer esta tarea, ya que desde que nacemos, traemos con nosotros esta noción, no como el pecado original o algo así, sino que nos marca por la tradición y las costumbres en la que somos colocados. Por consecuente, después de su adquisición, lo vemos, al tener ya una noción de la vida, como algo meramente natural, o si es que no nos hemos dado cuenta de que estamos atrapados en este, aunque lo divulguemos con una naturaleza, como si habláramos de lo que paso ayer en las noticias.

Así, cuando lo busquemos, en cualquier diccionario por lo regular nos dirá: “Creencia religiosa de pueblos antiguos, que consistía en considerar el universo como formado y mantenido por el concurso de dos principios igualmente necesarios y eternos, y por consiguiente independientes uno de otro”; o que es una “Doctrina filosófica que explica el origen y naturaleza del universo por la acción de dos esencias o principios diversos y contrarios”; o simplemente como “dualidad”. A lo único que nos remite estas definiciones básicas es a dos cosas: a que proviene de muy lejos (refiriéndome al tiempo y el espacio en algunos casos concretos) y, de igual manera, que en estas regularmente se juega el destino dos entidades contrapuestas.

Como podemos darnos cuenta, el tratar el dualismo no es algo fuera de nuestra experiencia; mas no obstante, el tratar de problematizarlo, o el tratar de salirse de este es ya casi imposible (si no es que ya lo es). En tanto, como lo tomamos y como ha sido tomado, el intento para salir de este es prácticamente como darse un tiro, o como dejar de pensar, así de apegado es a nosotros.
Prácticamente podemos afirmar que la naturaleza del dualismo es nuestra naturaleza, y así como tratamos de sobrevivir en la sociedad, así también buscamos, algunas veces inconscientemente, a nuestro opuesto con el cual batirnos en una competencia por la vida y la muerte (véase en todos los sentidos que lo quiera ver). En fin, dado que el dualismo, al parecer representa esta naturaleza, me gustaría tratar de ver, en las siguientes entradas, como se desarrolla el papel del dualismo en el pensamiento que nos ha cultivado en casos no tan concretos, pero si para mi parecer de gran importancia.
González Hernández Juan Manuel

1 comentario:

atopías dijo...

Estimado Juan, interesantes opiniones las que viertes aquí (está de lujo eso de la suma de tus 20 años a la tradición milenaria de Occidente), pero... ¡y si subieeras algo que tuviera que ver con un texto de los que hemos discutido en clase?
Un abrazo