miércoles, 4 de noviembre de 2009

Job

En varios de los mitos griegos podemos encontrar similitudes a las tragedias que Job padece por la prueba de Dios, las tragedias griegas refieren temas parecidos como en Prometeo quien es condenado a ser encadenado a la montaña por haberse revelado en contra de Zeus robando el fuego de la casa de los dioses, Edipo Rey sufre el castigo de los dioses por un pecado que él no era consciente de estar cometiendo, Hërcules no ha pecado, pero aun así sufre las calamidades y tragedias impuestas por sus dioses. Es evidentemente el sufrimiento del inocente y el gozo del malo. Ya desde la más remota antigüedad los pensadores se han enredado en el espinoso problema del hombre bueno que sufre y del malo feliz. Incluso Platón se preocupó del asunto y le dio una formulación precisa, aunque sin encontrarle una solución que no chocara contra la filosofía y la moral.

Es este es el tema central que trata el libro de Job, el protagonista es un hombre religioso, bueno y justo, a quien Dios permite que el demonio someta a numerosas y desgarradoras pruebas. Mientras Job sufre bajo las pruebas más insoportables que Satanás pone a su paso, tres amigos intentan consolarlo, tratando de convencerlo de que si sufre es por culpa de sus propios pecados, Job se enoja y se defiende, pues él sabe que eso es un infundio y rechaza ese argumento con energía. Cuando aparece un cuarto amigo que explica que el sufrimiento templa al alma y al espíritu, Job continúa quejándose. Por último, Yhavé en persona se hace presente para reprende a Job por no haber aceptado Su voluntad y por sus quejas, y devuelve al protagonista a su antigua felicidad.

La pelea interior de Job era brutal, se le presenta un dualismo radical entre lo bueno y lo malo en si desde una óptica bíblica. Job, un hombre justo que es tentado por el mismo demonio con diversos sufrimientos que van desde desastres familiares, pasando por lo económico hasta llegas a sufrir por su salud, aun con estos pesares sobre él, seguía afirmando que sólo era íntegro gracias a la bendición Dios.
Dios mismo permite a Satanás poner a prueba la fe y la paciencia de Job aunque prohíbe que tocara su vida. Job rechaza esta interpretación y el mismo Yhavé le hace ver que tanto las afirmaciones de sus amigos como sus quejas son improcedentes pues Dios es omnipotente y prueba el corazón de sus hijos para darles aun mas bendiciones como el caso de Job. Al final Dios comprueba la lealtad de su hijo Job y lo recompensa con el doble de todo lo que poseía.

2 comentarios:

sinuhe (manuel) dijo...

Hola:
Te hago una observación. Me parece improcedente y anacrónica la analogía que haces del binomio bueno/malo judeocristiano y del designio de las moiras del pensamiento griego.
Creo que haces una interpretación moralisante del destino trágico de Edipo así como del castigo de Prometeo.
Saludos.

Black Bird dijo...

El problema que tocas es uno muy importante dentro del terreno de lo ético desde la antigüedad, sin embargo me parece que sinhue tiene razón, la analogía no me parece del todo certera debido al sentido que poseen las acciones que impone Dios a Job como una prueba de su fe. No me parece que exista algo así en los casos de Prometeo quien desafía a los dioses o de Hércules, quien es puesto a prueba por un rey, ni se diga de Edipo, cuyo caso me parece el mas complejo de los tres.