Constantemente siempre que se menciona a Dios, lleva consigo a otro personaje, que le conocemos con el nombre de Jesús o Cristo. No se sabemos exactamente sí existió, ni muchas cosas de éste, solo sabemos las cosas que otros han escrito. Hay muchas cuestiones sobre este personaje, unos dicen que es el hijo de Dios, mientras otros dicen que es la encarnación de Dios. La verdad sobre este personaje no la sabremos. Tantas cosas ocultas de él.
Muchas de las escrituras donde hablan de él, solo nos muestran la forma en que este hombre que no es hombre, sino simplemente la idea perfecta de un ser humano, es decir, un súper humano que tiene como misión, dar su vida a cambio de todas las demás personas que habitan este mundo. Es esto Jesús, es algo divino que tiene forma de humano, o un humano que tiene algo divino. Cristo es simplemente una imagen a la cual muchos adoran y creen, pero acaso las sagradas escrituras no dijeron que no adoremos a una imagen, pobre hombre convertido casi en un dios.
Jesús no es un dios, pero tampoco un hombre. Porque cada vez que se lee de este personaje en cualquier parte, y se escucha, no es a un hombre al que describen, es simplemente una imagen perfecta de lo que algunos desean ser. Ya sea que tiene algo divino o es algo divino, pero no tiene esa parte humana destructora, degeneradota de cosas, esa racionalidad tan catastrófica de la cual algunos humanos se sienten orgullosos, es esta parte la que nunca se mencionan cuando se habla de él.
Nosotros cuando pretendemos hablar de Cristo, nadamos en un mar de fantasmales abismos, mientras Jesús no tiene ninguna parte humana, solo una imagen de hombre. Buscamos en él, algo que nos consuele, simplemente una imagen es capas de hacernos seguir adelante, mientras lo que esta detrás es un Dios, pretendiendo que sigamos un camino lleno de un vacío humano.
Dios es presentado en una imagen, que pretende ser humano, pero no se siente humano, se siente divino, es un cascaron muy duro de romper, porque no tiene nada pero nada de hombre, una imagen que a sido forjada por la mayor de todas las cosas, la fe. Adoramos solo una imagen que pretende ser hombre, pero no puede, porque tiene dentro de este la fe de muchas personas, que han dedicado tiempo a encubrir, la parte humana, el instinto y la racionalidad, le han quitado la voluntad, Cristo es el peor de todos los humanos, es un títere, la imagen más triste y pobre de todos los existentes.
En que lo hemos convertido ya sea que fuese Dios o un hombre, pero Jesús ya no tiene vida, ni voluntad, ni nada de él. Sin darnos cuenta se le ha ocupado como una cosa, sin darnos cuenta que en su momento tuvo vida, se le ha despojado de lo que realmente era. Somos tan crueles con un hombre, que intento dar una revolución es su tiempo. Lo mismo esta pasando con otros revolucionarios del siglo pasado. Se están convirtiendo en imágenes, al igual que Cristo, un hombre que ha dejado de ser hombre, y ni siquiera se le pregunto si quería ser dios. Pero no es Dios, sino algo menos, algo que pretende ser dios y humano, solo una imagen con un enorme vacío, tristeza y lamentación.
Daniel Avila Morales
Muchas de las escrituras donde hablan de él, solo nos muestran la forma en que este hombre que no es hombre, sino simplemente la idea perfecta de un ser humano, es decir, un súper humano que tiene como misión, dar su vida a cambio de todas las demás personas que habitan este mundo. Es esto Jesús, es algo divino que tiene forma de humano, o un humano que tiene algo divino. Cristo es simplemente una imagen a la cual muchos adoran y creen, pero acaso las sagradas escrituras no dijeron que no adoremos a una imagen, pobre hombre convertido casi en un dios.
Jesús no es un dios, pero tampoco un hombre. Porque cada vez que se lee de este personaje en cualquier parte, y se escucha, no es a un hombre al que describen, es simplemente una imagen perfecta de lo que algunos desean ser. Ya sea que tiene algo divino o es algo divino, pero no tiene esa parte humana destructora, degeneradota de cosas, esa racionalidad tan catastrófica de la cual algunos humanos se sienten orgullosos, es esta parte la que nunca se mencionan cuando se habla de él.
Nosotros cuando pretendemos hablar de Cristo, nadamos en un mar de fantasmales abismos, mientras Jesús no tiene ninguna parte humana, solo una imagen de hombre. Buscamos en él, algo que nos consuele, simplemente una imagen es capas de hacernos seguir adelante, mientras lo que esta detrás es un Dios, pretendiendo que sigamos un camino lleno de un vacío humano.
Dios es presentado en una imagen, que pretende ser humano, pero no se siente humano, se siente divino, es un cascaron muy duro de romper, porque no tiene nada pero nada de hombre, una imagen que a sido forjada por la mayor de todas las cosas, la fe. Adoramos solo una imagen que pretende ser hombre, pero no puede, porque tiene dentro de este la fe de muchas personas, que han dedicado tiempo a encubrir, la parte humana, el instinto y la racionalidad, le han quitado la voluntad, Cristo es el peor de todos los humanos, es un títere, la imagen más triste y pobre de todos los existentes.
En que lo hemos convertido ya sea que fuese Dios o un hombre, pero Jesús ya no tiene vida, ni voluntad, ni nada de él. Sin darnos cuenta se le ha ocupado como una cosa, sin darnos cuenta que en su momento tuvo vida, se le ha despojado de lo que realmente era. Somos tan crueles con un hombre, que intento dar una revolución es su tiempo. Lo mismo esta pasando con otros revolucionarios del siglo pasado. Se están convirtiendo en imágenes, al igual que Cristo, un hombre que ha dejado de ser hombre, y ni siquiera se le pregunto si quería ser dios. Pero no es Dios, sino algo menos, algo que pretende ser dios y humano, solo una imagen con un enorme vacío, tristeza y lamentación.
Daniel Avila Morales
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