domingo, 13 de diciembre de 2009

Tomás de Aquino; del ente y de la esencia.

La esencia se deriva del primer modo en el que se dice ente; es decir, el que se divide en los 10 géneros.
La esencia es en las sustancias, las cuales unas son simples y otras compuestas, pero en las dos hay esencia; sin embargo, la esencia de las sustancias simples es más verdadera que las de las compuestas ya que de las sustancias simples se derivan las compuestas.
En las sustancias compuestas se presenta un para, la forma y la materia; por ejemplo, el dualismo presente en el propio hombre, el alma y el cuerpo.
Aunque las sustancias están compuestas por la materia y por la forma ninguna de ellas sola es la esencia de las sustancias, sino que “la esencia es aquello que es significado por la definición de una cosa”[1] ya que la definición contiene tanto a la materia como a la forma.
La forma es acto de la materia, la materia es ente en acto, por lo que la esencia en las sustancias compuestas significa aquello que es un compuesto de materia y forma y es pues la esencia por la que una cosa es denominada ente.
El principio de individuación es la materia, pero no la materia de cualquier modo sino nada mas la materia signada; determinada para algo, la materia comprende al mismo tiempo la forma, ésta solo de manera particular; por lo que los universales no tendrían definición al ser la esencia lo que se significa por la definición. Por lo que la esencia del género y la de la especie difieren según lo signado y lo no signado, ya que lo mismo que está en la esencia de la especie también lo está en la del género pero en esta última no se encuentra determinada.
De aquí que el género, la especie y la diferencia estén en proporción con la materia, la forma y el compuesto, aunque, claro está, no son lo mismo. “De la materia se toma para significar el todo… de la forma se toma para significar el todo” [2]
Ahora pues, hay también esencia en las sustancias separadas; es decir, en el alma, en las inteligencias (ángeles), en la causa primera, en éstas hay un compuesto de forma y existencia.
La forma no tiene dependencia de la materia, hay formas que no pueden ser más que con la materia, pero hay otras que si son subsistentes sin materia, esto es seguir su proximidad con el primer principio. Por lo que la esencia de la sustancia simple solamente es la forma y solo puede significarse como un todo y podría decirse que la esencia de la cosa simple es lo mismo que el ente simple. Otra diferencia con respecto a las sustancias compuestas, que en las simples algo que sea su existencia solo pueden ser una, no puede haber la misma multiplicación que en las compuestas.
Por lo que además de forma, en las inteligencias debe haber existencia; sin embargo, la existencia no puede ser causada por la forma porque sino entonces se estaría produciendo a sí misma, debe tener su existencia de otra, debe haber una cosa que sea causa de la existencia de las demás cosas y que ella sea existencia solamente; sino sería una regresión al infinito de causas, debe haber una causa que sea la primera, la cual es Dios.
De modo entonces que las inteligencias tienen acto y potencia. Entre mas cerca estén de la causa primera tendrán mas de acto que de potencia. Los accidentes también tiene esencia, pero ésta es por analogía así como es ente por analogía.

[1] Aquino, Tomás. Del ente y de la esencia. Ed. Losada. Buenos Aires, 2003. Pag.18
[2] Ibid. Pag.24
Mojica Soto Gisela Jazmín

1 comentario:

Enrique dijo...

Muy buena paráfrasis del texto de Tomás. La incorporación de las citas es algo muy pertinente que enriquece tu texto. Quizá pdrías explicar con tuis propias palabras lo que Tomás dice y dar una opinión.