sábado, 12 de diciembre de 2009

Teología en la Filosofía Arabe: Averroes y Avicena

Ibn Roshd e Ibn Sina, mejor conocidos como Averroes y Avicena, son los filósofos árabes más influyentes para la cultura occidental. Habiendo ambos vivido en una época donde la religión era la base de la educación, la mayor parte de sus respectivas cosmovisiones están dirigidas hacia la teología y el misticismo, utilizando la filosofía como punto de partida para alcanzar las verdades trascendentes.
Averroes fue siempre defensor de la filosofía, pese a las críticas que recibía por ello. Escribió su obra La Incoherencia de la Incoherencia como respuesta a quienes opinaban que la filosofía era una rebelión contra los mandatos impuestos por Dios. Averroes pensaba que mientras que la filosofía expresa la verdad, la teología lo consigue también pero de manera alegórica. En algunos textos del Libro Sagrado se hallan revelaciones que tienen dos sentidos, el literal y el sentido oculto. Esto se debe a la naturaleza diferente de los hombres, los hombres sabios son capaces de comprender las alegorías mientras que el vulgo se conforma con el sentido literal. Pero se debe ser cuidadoso, pues no todos los textos están dispuestos de esa forma y hacer alegorías acerca de verdades absolutas sería una herejía.
Puede decirse que Averroes subordinó la teología a la filosofía, pues afirmaba que es el filósofo el que determina cuales son los textos que tienen margen de interpretación y cuales son los que deben tomarse de manera literal. Por lo tanto está mal prohibir el estudio de la filosofía. Además, afirma que el sabio no debe intentar comunicar las razones ocultas al hombre vulgar, pues este tiene prohibido el acceso a la teología y la filosofía y sólo debe conformarse con la fe.
Averroes demuestra la existencia de Dios a través de un argumento de “providencia”: todo en el mundo está dispuesto para el beneficio del hombre, el benefactor debe de ser Dios. Su segundo argumento es de “invención”: todo en el mundo parece haber sido diseñado y creado, por lo tanto el diseñador debe ser Dios. Al admitir la existencia de Dios, Averroes afirma también que es imposible la existencia de múltiples dioses pues la razón demanda una unidad divina.
Dios posee siete atributos divinos, entre ellos el conocimiento. Éste conocimiento se caracteriza en que es eterno, es inmutable. Él no conoce con el tiempo pues conoce desde siempre lo que hace y lo que causa. Dios es perfecto de cuatro maneras: carece de toda imperfección, nada le es intrínseco, lo externo no lo disminuye, y sobre todo, que posee todas las características de perfección de cualquier género y especie.
Avicena, por su parte, es considerado por muchos como un místico. Consideraba, contrario a los teólogos de su época, que la creación no provenía de la nada puesto que no tiene principio, es tan sólo un producto lógico de la mente del Ser Supremo. Dios, siendo sobreabundante y omnipotente tiene la capacidad de crear un cosmos que lo sobrepase en sentido lógico.
Una de las pruebas de la existencia de Dios dadas por Avicena es la siguiente: hay existencia, o nuestra experiencia sensible nos confirma que las cosas existen, pero ésta existencia no es necesaria porque podemos ver que las cosas existen y dejan de existir. La existencia contingente no puede ser creada sin una causa. Su cadena causal debe culminar en una causa sin causa (no puede haber una infinidad de causas). Por lo tanto la cadena causal debe culminar en una causa principal y necesaria es decir, Dios.
Dios es la fundamentación de la ontología para Avicena.
Averroes y Avicena contribuyeron con teorías teológicas importantes que permitirían construir la base para los siguientes teólogos, sin importar la religión a la que pertenecieran. Ellos no se refieren a Dios como el dios de una religión, sino como la Causa Divina que permite la existencia de lo contingente.

María Itzel Nava Martínez

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola ...esta muy completo tu escrito
a parte esta en terminos faciles de entender para estudiantes de bachillerato como yo..
te deseo muchos exitos...
suerte