A diario vemos como la gente habla constantemente de un Dios, pero el Dios que cada uno habla ¿es deferente de otro? Es algo difícil de discutir si el creador de uno es igual que uno que para el otro, quizás unos aceptan ciertos atributos de éste, pero en su totalidad no se puede decir que acepten todo, es decir, si decimos que alguien pensó (o tiene la idea) de igual manera que otro, sería porque estas dos personas son idénticas, pero no se supone que cada persona percibe de diferente manera la misma cosa, y lo mismo pasa con Dios, aunque éste sea único, todos nosotros lo percibimos de distinta forma y en ocasiones ocurre que puede se contradiga.
Cuando uno percibe y forma a Dios en su pensamiento, lo hace en la manera de que éste, nos ayude en los problemas y nos proteja, pero además le atribuimos cosas que deseamos alcanzar, o lo que le nos es grato. Pero también tenemos cuidado de que nuestro Padre no tenga antivalores, cosa perversas, sino que lo dejamos fuera de toda todo mal que nosotros consideremos. Cuando se constituye la idea del Salvador lo hacemos, porque necesitamos algo que nos ampare, para seguir adelante en un mar de abismos, que en ocasiones, nosotros mismos hemos provocados. Por entera de la construcción que hacemos todos en conjunto, los unos unidos con los otros, para poder establecer las características de nuestro Todo, lo que estamos haciendo es resguardarnos, de aquellas personas que en un momento atenten contra nuestra sociedad. Por eso necesario un Dios, que nos ayude a resguardarnos, como lo hace San Anselmo, en el Proslogio, se la pasa preguntando el lugar donde se haya o su morada. Llegando a la conclusión, acerca de que para Dios “no busco comprenderte para creer, sino que creo para llegar a comprenderte. Creo, en efecto, porque, si no creyere, no llegaría a comprender”, en otras palabras, si intenta cambiar el mundo donde se haya, necesita creer en algo que le permita cambiar las cosas. Con lo que dijo San Anselmo es que nuestro Dios, se encuentra en nosotros mismos, en nuestra mente, pues posteriormente, nos comenta que cuando uno escucha hablar de Dios, es porque uno tiene dentro de él la idea de El. Si alguien dijese que no cree, pero entiende a lo que se le llama Dios, es que de alguna manera tiene presente a Dios, aunque diga que no cree en él, sabiendo que existe en su interior algo llamado Dios (en su mente).
En nuestra búsqueda constante, hemos llegado acontradecirnos, eso nos muestra la decadencia de los intentos que tenemos producimos acerca de la idea de Dios, pero siempre va a ser preferible creer que no creer. Ya que aquella persona que no cree, no sigue el mismo camino que la sociedad lleva, siendo que ésta acarrea una culpa, y trata de salir de ese abismo de oscuridades, es decir, pues aquel individuo que no comparte las mismas ideologías, llevando al atentado en contra de la sociedad. Pero acaso nosotros no nos movemos por causa de algo mayor, algún fin en nuestra vida, Dios es nuestro vehiculo que nos ayuda a llegar al paraíso o a él. Entonces cuando alguien atenta contra la comunidad, es porque ese sujeto ve de diferenta manera a Dios, ya sea que se dejó bombardean en su vehiculo por comentarios de otras personas, y cambio a éste por otro que se le parecio mejor, pero el mismo Dios o fin único sigue ahí. O simplemente, encontró otra forma de ver al todopoderoso.
Pero siempre necesitamos de algo, cualquier motivo que nos ayude a seguir adelante, cuando nuestros principios (formas de llegar a nuestro “fin único”) están en peligro, intentamos de mil maneras protegerlos, pues no deseamos que nos saquen de nuestro medio de transporte (ya que es el único que conocemos, y tememos de lo que no conocemos), que nos lleva a encontrar ese felicidad ofrecida. Sea como sea estamos utilizando a alguien o algo, como un modo de traslado, a un sitio mejor.
Daniel Avila Morales
Cuando uno percibe y forma a Dios en su pensamiento, lo hace en la manera de que éste, nos ayude en los problemas y nos proteja, pero además le atribuimos cosas que deseamos alcanzar, o lo que le nos es grato. Pero también tenemos cuidado de que nuestro Padre no tenga antivalores, cosa perversas, sino que lo dejamos fuera de toda todo mal que nosotros consideremos. Cuando se constituye la idea del Salvador lo hacemos, porque necesitamos algo que nos ampare, para seguir adelante en un mar de abismos, que en ocasiones, nosotros mismos hemos provocados. Por entera de la construcción que hacemos todos en conjunto, los unos unidos con los otros, para poder establecer las características de nuestro Todo, lo que estamos haciendo es resguardarnos, de aquellas personas que en un momento atenten contra nuestra sociedad. Por eso necesario un Dios, que nos ayude a resguardarnos, como lo hace San Anselmo, en el Proslogio, se la pasa preguntando el lugar donde se haya o su morada. Llegando a la conclusión, acerca de que para Dios “no busco comprenderte para creer, sino que creo para llegar a comprenderte. Creo, en efecto, porque, si no creyere, no llegaría a comprender”, en otras palabras, si intenta cambiar el mundo donde se haya, necesita creer en algo que le permita cambiar las cosas. Con lo que dijo San Anselmo es que nuestro Dios, se encuentra en nosotros mismos, en nuestra mente, pues posteriormente, nos comenta que cuando uno escucha hablar de Dios, es porque uno tiene dentro de él la idea de El. Si alguien dijese que no cree, pero entiende a lo que se le llama Dios, es que de alguna manera tiene presente a Dios, aunque diga que no cree en él, sabiendo que existe en su interior algo llamado Dios (en su mente).
En nuestra búsqueda constante, hemos llegado acontradecirnos, eso nos muestra la decadencia de los intentos que tenemos producimos acerca de la idea de Dios, pero siempre va a ser preferible creer que no creer. Ya que aquella persona que no cree, no sigue el mismo camino que la sociedad lleva, siendo que ésta acarrea una culpa, y trata de salir de ese abismo de oscuridades, es decir, pues aquel individuo que no comparte las mismas ideologías, llevando al atentado en contra de la sociedad. Pero acaso nosotros no nos movemos por causa de algo mayor, algún fin en nuestra vida, Dios es nuestro vehiculo que nos ayuda a llegar al paraíso o a él. Entonces cuando alguien atenta contra la comunidad, es porque ese sujeto ve de diferenta manera a Dios, ya sea que se dejó bombardean en su vehiculo por comentarios de otras personas, y cambio a éste por otro que se le parecio mejor, pero el mismo Dios o fin único sigue ahí. O simplemente, encontró otra forma de ver al todopoderoso.
Pero siempre necesitamos de algo, cualquier motivo que nos ayude a seguir adelante, cuando nuestros principios (formas de llegar a nuestro “fin único”) están en peligro, intentamos de mil maneras protegerlos, pues no deseamos que nos saquen de nuestro medio de transporte (ya que es el único que conocemos, y tememos de lo que no conocemos), que nos lleva a encontrar ese felicidad ofrecida. Sea como sea estamos utilizando a alguien o algo, como un modo de traslado, a un sitio mejor.
Daniel Avila Morales
1 comentario:
Daniel, creo que el estilo con que presentas tu colaboraciòn es un poco descuidado, ojalà puedas mejorar acadèmicamente,
saludos
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